Coincido con Javi en que debería ser al revés, por lo siguiente:
Cuando luego de construir te queda una moneda, se la debes pagar al Recaudador. Como al final del turno te quedas con nada, entonces el Hospicio te debería dar una a ti. Quedas con una moneda y el Recaudador con una más.
En cambio, cuando después de construir no te quedan monedas, el Hospicio te da una, la cual se la tienes que dar al Recaudador en pago de la construcción hecha. Quedas con cero y el Recaudador con una más.
En cualquier circunstancia, el beneficiado sería el Recaudador (vamos, como en la vida misma). Sin embargo, en el primero de ellos la carta te da la ventaja de no sufrir la pérdida de la moneda.
Además, el Hospicio daría siempre sólo una moneda.
En todo caso, esta es sólo una interpretación, tan válida casi como cualquier otra, dada la ambigüedad de las reglas para este particular. Ahora bien, no sé qué tan difícil pueda ser de implementar con relación al programa de ordenador y si esta forma de proceder sea la que más guste.
No sé mucho de progamación, pero creo que se podría poner que cuando esté la carta de Hospicio y haya un Recaudador jugando, el valor del residuo del afectado al final del turno sea el mismo y que sea un +1 para el Recaudador si ese residuo es igual a 0 ó a 1.
Saludos...