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Relato del Ciudadelas I

Enviado por jcdenton 
Relato del Ciudadelas I
23-February-2006 01:08
Este es mi primer (y puede que último) intento de hacer una historia en el foro de Ciudadelas.
He introducido personajes con los nombres de los nicks de foreros habituales para que cada uno se sienta protagonista de la historia y tenga un hilo argumental propio con el que seguir narrando la historia en primera persona o al menos desde el punto de vista de su personaje.

Como advertencia comento que no hay ninguna indirecta, ni discriminación ni intento de ofensa ya sea de raza, edad, sexo, altura, religión o lo que se os ocurra en la relación entre vuestros personajes y los nicks asociados xD De hecho algunos los asigné después de crearlos, al mas puro azar.

Por favor, si alguien sigue la historia, que sea contestando en este post. Y si quiere hacer algún comentario que NO continúe la historia o sea offtopic que lo haga en otro hilo a parte.
Así, el que lea este hilo lo agradecerá por no cortar la narración :-)


Personajes por orden alfabético:
Achiles...      el Arquitecto
AFO...          el Mago (y el Asesino)
Aypexa...       la Ladrona
Bita...         la Consejera (Diplomática)
Catán...        el Padre Catán (aspirante a Obispo)
DoctorX...      el Emperador
Dyr...          el diplomático del Emperador
Edith...        la Gobernadora
Euges...        el Ladrón
Héctor...       la Condotiero
Inuki...        el Hechicero
Jcdenton...     el Diplomático
JcMasMas...     el Aprendiz de Mago
Kynes...        el Duelista (Asesino)
Lesarath...     la Bruja
Matilda...      la Reina
Munitis...      el Navegante
Ozzy...         el Recaudador
Pini...         la Emperatriz
Rafa...         el Abad Comendatario
Talban...       el Capitán Pirata (Navegante)
Templaria...    la Alquimista
Ulin...         el Rey
Whispy...       el Pintor (Artista)
Xals Monroe...  el Mercader
Personajes secundarios:
Aypexa...       posteriormente tarbenera de la posada
ender...        soldado de la guardia
DrX...          soldado de la guardia
Harkonnen...    el Capitán de la guardia
Kidaliena...    noble doncella de Florencia
Pinipon...      la Dueña de la posada

Créditos:

jcdenton, Ozzy, Héctor y Catán.





Editado 17 vez/veces. Última edición el 11/01/2007 18:30 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:09
Casa en los barrios bajos.
[ Acaba de caer la noche del martes ]

Entre sombras y humo, en un salón decorado con telares y cuadros de inquietante aspecto, dos figuras discuten.
La dueña de la casa, la joven y hermosa doncella que algunos conocen como la dama mística versada en las antiguas artes... y otros despectivamente como "la bruja", contempla divertida el rostro desencajado de su invitado.

Éste implora y entre sollozos de rabia escupe pestes y vanas amenazas para que Lesarath, nombre con el que todos en Turín la conocen, atienda sus súplicas.

La mujer suspira mirando fíjamente en su bola de cristal...
-Veo... una siniestra noticia... que te llegará esta noche... en forma de carta...
-¡No he venido aquí a que me leas el futuro con tus supercherías!
-No solo tú recibirás la carta. Yo también recibiré una... que extraño destino... enlazado...
-¡Escúchame mujer! ¡Necesito que ella me quiera!
-Pides algo difícil y no muy ético.
-¡¡Debe AMARME!!
-El amor es muy complicado de fabricar con embrujos si no lo hay ya...
-¡Debe amarme con pasión!
-No lo haré.
-¡¡¿PORQUÉ?!!
-Nadie se merece el castigo de amar a alguien como tú.
-¡¡¡TE PAGARÉ!!! Diez doblones de oro.
-No...
-Veinte doblones de oro...
-No sigas. No conseguirás convencerme.
-Treinta...
-Pierdes el tiempo...
-Cuarenta...
-¿No se supone que guardais celibato en la iglesia?
-¡¡ESCÚCHAME LESARATH!! Tengo en esta bolsa...
-Ya te he dicho que...
-¡¡¡CINCUENTA DOBLONES DE ORO!!!
-Aunque ella no es precisamente un ejemplo de rectitud...
-Nadie deberá saberlo... Te daré diez mas cuando consiga su título.
-Y quizás se merezca ser deseada por alguien como tú...
-¡Debe amarme hasta ser capaz de quitarse la vida por mí!
-Relájate Rafa, será fácil. Domino las artes del deseo y la lujuria.
-¡Eso es lo que quiero!
-¿Deseo?
-¡NO! ¡LUJURIA!
-No es amor lo que buscas, pues.
-Debe enloquecer. Cada día, cada hora de su existencia... debe querer dormir en mi lecho.
Nadie podrá satisfacer sus mas profundos y oscuros deseos...
Creerá haberse vuelto loca, como si una sucubo la hubiera poseido...
La mente querrá satisfacer en la carne los pecados que su alma anhela...

Lesarath rebusó entre sus ropas y extrajo un pequeño saquito de tela lleno de plumas de algún ave exótica, arena, una pizca de azufre, sal, mirra y quien sabe qué más extraños ingredientes.

-Es necesario para el embrujo un cabello de vuestra víctima. Debéis conseguirlo.
-Lo conseguiré. Esta noche o mañana. Os lo aseguro.
-Cuando lo tengais, introducidlo en esta bolsita y no tardará mas de una o dos noches en tener efecto el embrujo.

El invitado se marchó rápido y mas calmado. Su plan se iba desarrollando paso a paso.

Cuando cerró de un portazo, la joven y hermosa Lesarath sacó otro saquito preparado y se perdió en sus profundos pensamientos...
-Mi amado... cuanto amor... cuanta entrega... apenas hace dos días que no te veo y parecen mil años... en cambio otros buscan un amor que no es el nuestro...

Y sacó un largo mechón de cabello del hombre que siempre estaba en sus pensamientos.

-...buscan la magia mas poderosa capaz de controlar y crear el amor donde no lo hay.
¿No es acaso el amor puro la magia mas poderosa que jamás haya existido?





Editado 2 vez/veces. Última edición el 23/02/2006 01:27 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:09
En alguna mansión de la ciudad de Turín.
[ Antes de la media noche del miércoles ]

Whispy retoca los últimos retazos del cuadro con suma delicadeza y amor.
Extasiado por la obra y embriagado por el trabajo, su cuerpo dolorido le reclama algo de descanso después de varios días sin apenas dormir unas horas.
¿Pero puede un artista, un verdadero artista, dejar una obra inacabada?

Cada segundo le recuerda que el tiempo apremia. Debe terminar la obra antes de hoy o mañana.
Le queda poco tiempo.

Un par de golpes secos en la madera le advierten demasiado tarde de la presencia de Euges, apoyado sobre el quicio de la puerta.

Whispy deja indeciso el pincel sobre la mesa y tapa rápidamente el cuadro que está pintando con una sábana.

-No te molestes. Lo he estado observando.
-¿Cuánto llevas aquí?
-Lo suficiente. No le quitas un ojo ni un momento.
-Es mi gran obra maestra.
Tengo que pedirte que hagas de... cartero pero en una tarea harto peligrosa. No es pasar las cartas por debajo de la puerta...
-Oh, vamos, soy Euges. El mejor ladrón de Turín.

Y Euges se puso a canturrear:

-Robo doblones
con tanta destreza
tanto al clero
y a la realeza
como corazones
a las doncellas
que seduce mi belleza

No hay cerrojo en un baúl
o cadena en un portón
que haga sudar a este ladrón
como no hay candado ni arcón
ni cinturón de castidad
que a una doncella protega
si me la quiero foll..

-Ejem... Deberías cambiar el final. Es muy...
-Ya, ya... se me acaba de ocurrir. Ya lo retocaré. Bien, dime.
-Debes entregar cada una de estas cartas. Pero no quiero que las des en mano.
Deben aparecer en el arcón, si tuviera, de cada uno de los destinatarios
No deseo que por error alguien leyera una carta que no le corresponde.
-Y si no tienen arcón...
-Cuando duerman, déjalas en su almohada. O entre sus ropas mas íntimas. Lo que se te ocurra.

Euges sonríe divertido:

-"Lo que se me ocurra": tus palabras son... música para mis oidos... y ventanas para que mi perversa imaginación disfrute de un buen trabajo...
-Hay... una carta para tí... y para tu amada... pero te aconsejaría que la abrieras después del trabajo.
-¿?
-Para mí también hay una carta. Un hombre misterioso me ordenó este extraño encargo anoche.
Todas las cartas están selladas con cera y el anillo de la casa de Turín. Es muy extraño, como si fuera un documento oficial.
-¿Enviar las cartas de un desconocido... noble de Turín? Curioso favor el que te piden.
-Dijo que cumpliera palabra por palabra lo que me pedía o le ocurriría algún accidente a Les...

El silencio se hizo tan espeso que se podía cortar con una daga.

-Descuida viejo amigo, entregaré las cartas como me has dicho... y descubriré quien hay detrás de este extraño juego.

Euges se marchó tan silencioso como llegó. Y Whispy continuó incansable su trabajo. Unas pinzaladas y...

-¡Al fin! No refleja toda su hermosura pero ¿acaso alguna obra podría? Imposible. Ni si quiera Leonardo, mi maestro, podría.

Whispy tapó su lienzo de nuevo y marchó en busca del encuentro con su amada que le aguardaba impaciente.

Apesadumbrado y cansado, no se dió cuenta de que una sombra entraba en su cuarto, se acercaba al caballete y le robaba su mejor obra...





Editado 1 vez/veces. Última edición el 23/02/2006 01:28 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:10
En la Sala de Justicia del palacio
[ Mediodía del jueves ]

-¿Una mujer? ¡¡CÓMO OSAIS PROPONER COMO VUESTRO SUCESOR A UNA MUJER!!
Sin duda habeis perdido el juicio, anciano.
-Ella está mejor preparada que ningún otro para el cargo.
Sabeis bien que no puedo seguir en el puesto: estoy cansado y...
-¡Y senil!- escupió el Abad Rafa en forma de palabras.
-...y gastado como el cuero viejo. Ella está capacitada y sin duda resolverá el problema que nos...

El silencio repentino llamó la atención al anciano. Los murmullos solo cesaban cuando una daga retórica del Abad estaba a punto de ser lanzada. Así que calló también el hombre de armas y esperó la puñalada del clérigo.

Rafa carraspeó y atacó:

-Olvidais algo muy importante. Podría ser una mujer, seguramente la Reina Matilda la aceptaría de buena gana pero...
-¿..pero...?
-No profesa el catolicismo. Ni si quiera cree en Dios alguno. Sería la primera vez que alguien en su cargo se declara contrario a la iglesia y niega la existencia del Padre.

Podía luchar contra la misoginia de la iglesia pero cambiar todo el orden establecido de un plumazo era tarea de Titanes. Pero el sabio anciano tenía sangre valiente y siempre se había enfrentado a enemigos mas poderosos y temibles que otros viejos armados con bastones y biblias por mucho poder económico y diplomático que tuvieran. Cuando tu mayor enemigo ha sido el miedo a la muerte a manos de asesinos... poco puede importarte el destierro alcanzada ya la edad mas avanzada...

El anciano Condotiero esquivó la puñalada dialéctica y contratacó:

-Sabeis bien que tampoco Nuestra Amada Reina acata los dictados y las órdenes del Papa...
Hector será condotiero. Y no se hable más. Ya he enviado mi ofrecimiento a la gobernadora y a la Reina y ha sido aceptado.

El anciano murmuró algunas palabras que nadie pudo oir y para todos fue como el fin de una oración.
Amén. Ya podía retirarse a su habitación a morir en paz.

Todas las miradas se volvieron hacia ella.

El Abad Rafa, que aunque era viejo y de ideas fijas como clavadas en una cruz, sabía aceptar el cambio en el juego con destreza. Inmediatamente se inclinó levemente ofreciendo respeto a la nueva Condotiero y, con el mismo tono amable pero afilado, le lanzó el órdago:

-Imagino que os dedicareis de inmediato a solucionar el grave problema que nos acontece.
Todos sabemos que el asesino ha cumplido su amenaza.

Héctor tomó las riendas al momento:
-Ya he enviado a mi mano derecha a descubrir la identidad de la víctima.
Tengo alguien infiltrado en la ciudadela del Palacio.
Partiré de inmediato a interrogar a alguna de las víctimas sin levantar sospechas y me pondré en contacto con mi mano derecha cuando el momento sea oportuno.
-Condotiero Héctor... esta mañana encontré una carta dentro de mis... calzones... en la que me decía que moriría en una semana. Y vuestro maestro, el *anterior* Condotiero, también ha recibido una con el mismo mensaje.
-Encontraré al asesino.

Justo antes de partir, algo llamó su atención: su maestro y predecesor en el cargo cojeaba demasiado incluso para un hombre pasado de años. Debe afectarle alguna enfermedad o la vejez se le ha calado hasta los huesos.
Héctor había recibido órdenes expresas de no molestarle después de la ceremonia y dejarlo descansar algunas semanas más.
Todo esto había cansado al viejo mas de la cuenta.

Cuando Héctor fue a su aposento a cambiarse descubrió que alguien había dejado una carta con una rosa en el arcón, entre su ropa interior...
...y no predecía nada bueno.





Editado 2 vez/veces. Última edición el 23/02/2006 01:35 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:10
En el puerto.
[ Mediodía del jueves ]

En el puerto, una nave destaca de entre todas. Preparada para partir, no termina de alzar las velas.
Algunos pasajeros discuten la razón de la tardanza.
El experimentado y curtido Munitis desciende por la pasarela con una amplia sonrisa y se acerca a la tripulación:

-¡Amigos!. Lamento que la Iberian no pueda zarpar pero he recibido órdenes de la Condotiero de no partir.
¡A todos se os devolverá el importe pagado, por supuesto! Este navegante os pide disculpas por no poder cumplir con lo prometido.

La mayoría de los viajeros, después de mucho discutir entre ellos, deciden disolver la congregación y tomar un trago en la taberna del muelle. Todos excepto un mercader que alza su voz contra el dueño de la nave.

-¡Capitán Munitis! ¡Me niego a quedarme en tierra! ¡La Iberian debe partir!
-No. No puede, órdenes de Héctor, la recién nombrada Condotiero. Ningún barco puede partir de la isla.
-Le pagaré bien. Aún guardo grandes sumas de la venta de mis productos.
-Soy insobornable.
-Pero estais preparando la partida. ¿Porqué sinó subis esas grandes cajas al barco?
-Son... provisiones, confío en partir pronto.
-¿Y porqué no ahora? ¿Acaso teneis miedo de que os alcance algún buque si partís?
-La Iberian es la mas rápida y experimentada de todas.
No hay mar que no haya navegado ni océano que no haya surcado.
-Pero... ¡Debo salir de esta isla!
-Esperad un poco, seguramente sea un asunto que se resuelva pronto.
-¡Voy a morir! ¡Quieren matarme!
-¡¿Qué?! Tranquilizamos Xals Monroe. Parece como si hubiérais visto un espectro.
-No me quedaré en esta isla... No...
-Tranquilizaos. Marchemos a la taberna y allí me contareis todo.
-Poco sé salvo que he sido amenazado de muerte.
-Entonces... es un misterio que podemos resolver. Estando en tierra no tengo obligaciones así que podré investigar el asunto. Dejadme hablar con algunos conocidos de por aquí.

Y marcharon juntos... pensando en la carta que cada uno había recibido durante la noche. Carta que anunciaba la muerte de cada uno a manos de un misterioso asesino.

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:11
En el salón del trono.
[ Por la mañana del jueves ]

La reina matilda discute con Achiles sobre la Ciudadela interior.

-¡Arquitecto! Traedme los planos de la abadía. Quiero revisarlos y escuchar vuestra nueva idea sobre los contrafuertes.
-Sí mi reina. Como ordeneis, Matilda.

Achiles abandonó la sala, no sin antes preguntarse si habían sido imaginaciones suyas o la reina le había guiñado un ojo coquetamente al despedirse...

Mas tarde, al entrar en la sala de mapas, Achiles descubre que algo va mal: hay manchas de sangre sobre los planos que dejó en la mesa. Su primera reacción es avisar a la guardia pero un ruido a sus espaldas le sobrecoge y le deja sin habla: alguien abre la puerta y casi tropieza con Achiles al dirigirse como un huracán hacia la mesa.

-¡Arquitecto!
-¡Padre Catán!
-¿Qué os pasa? ¿Os habeis quedado otra vez dormido sobre la mesa del escritorio?
-No... (un temblor le sacude y procura no mirar a la mesa)
-¡Dios santo!
-Padre...
-Lo se... lo se... no se debe maldecir... mucho menos un clérigo..
-No me refería a eso. ¿¡No lo ve!?
-Lo veo. Hay sangre sobre los mapas de la Ciudadela. Demasiada sangre.
-Tampoco me refería a eso. Ya se ve a simple vista. Vengo a referirme...
-Alguien a muerto aquí. Ha sido asesinado a ¿puñaladas?
-No. Lo que en realidad me preocupa es que es alguien que tiene acceso a uno de los lugares mas bien protegidos de todo el palacio. Y ni siquiera ha saltado la alarma. No ha sido un asesinato en la calle.
-Teneis razón... es alguien infiltrado en palacio.
-Tampoco hay cuerpo. No lo veo en la sala. ¿Como ha podido el asesino desahacerse de un cuerpo tan fácilmente?
-Achiles... fíjate en estas marcas de cera sobre el mapa de la prisión...
-Parece como si hubiera sido derramada a posta. Aquí hay marcas como si un documento hubiera sido sellado.
-¿Sellado?
-Padre Catán. Tengo una teoría. Alguien ha asesinado a un miembro de la nobleza, seguramente hace menos de un día y solo ha dejado de rastro la sangre. En el mismo momento ha firmado un documento y lo ha sellado. O puede que convenciera a la víctima de que lo hiciera. Y después de hacerlo ha decidido acabar con su vida.
-Achiles... esto es un complot. No es un simple asesinato.
-Uhmmm ¿Porqué veníais a esta sala, padre?
-El Abad me ordenó realizar una copia de los planos de la nueva abadía.
-Qué casualidad padre... ¿Podríais explicarme porqué hay barro en vuestros zapatos?
La única tierra que hay por aquí está en los jardines de palacio, lugar idoneo para enterrar un cuerpo durante la noche...
-También hay tierra en la abadía en construcción. Yo no soy tan fuerte como para arrastrar el peso de una persona ni me permite la edad cavar una fosa como para enterrar a un hombre.
-¿Y esas manchas de sangre reseca en vuestro hábito?
-Tuve que sanar una herida, ¡pero eso fue hace dos días! Por desgracia las manchas de sangre no desaparecen fácilmente...
-Padre, avisaré al Condotiero de lo sucedido. Nos veremos mas tarde. Después de dar la noticia quiero hablar con alguien que podría darme cierta información.
-Yo abisaré al Abad Rafa.

Y se marcharon los dos, nerviosos y desconfiados. ¿Podría Achiles haber matado al hombre hace una o dos horas y haberlo arrojado desde alguna ventana al exterior? Quizás aún no se haya descubierto el cuerpo...
Pero aún mas extraño para el Clérigo era la carta amenazante dirigida a él y encontrada esta misma mañana en la alacena, justo entre las galletas y el café. El arquitecto descubrió una carta con el mismo contenido pero dirigida a Achiles en su habitación, entre las páginas de su libro favorito, como marcador.





Editado 1 vez/veces. Última edición el 23/02/2006 01:18 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:11
En una casa acomodada de Turín
[ Antes del amanecer del jueves ]

-¡Pero Ozzy, tienes que ser mas exigente cariño!
-Edith, no me pidas que vaya sacando los cuartos a los pobres que no tienen ni para comer.
-¡La Reina lo pide!
-La Reina Matilda sabe que soy justo y que no dejaré muerto de hambre a nadie en esta isla.
Hago tasaciones de acuerdo a las propiedades y a los bienes.
-¡Eres el recaudador!
-¿Acaso no te basta con los besos que recaudo de tus labios cada mañana y el amor que me cobro de tí todas las noches en tu alcoba?
-Si no vinieras a cobrar cariño cada noche... Soy muy exigente y lo sabes.
Tú deberías serlo tambien en tu trabajo para con los demás, no solo conmigo en la cama.
-¿?
-No me refiero al sexo con los demás. Me refiero a recaudar los impuestos.
¡Cuanto más llenes las arcas de la Reina mas contenta estará...!
-...estará la perra del Abad. Mas pobre el pueblo, mas irán a su iglesia pidiendole a Dios que les ayude.
-Eres incorregible, totalmente incorregible.
-Pero soy todo corazón.
-Lo se... y caballeroso.
-¿Eso es lo que mas te gusta de mí?
-Eso... y... bueno... ya sabes...
-¿Entonces de qué te quejas?
-Mira, hoy vas a ir a la iglesia y vas a pedir el quinto de lo recaudado, porque es así.
Después te asomarás por el centro cívico. Y por la casa de cambios para cobrar el quinto a los mercaderes.
¡Y por Dios vete ya que se hace de día!
-Nunca debí liarme con una noble, siempre es un lío compaginar tu vida con la de ella, sobre todo tu vida sexual.
Algún día tendremos que confesar nuestro amor y casarnos como Dios manda.
-Ten cuidado al salir por la ventana, no te des en la cabeza, te hagas daño y delires más aún.
-Ya tengo cuidado. A fuerza de hacerlo cada noche ya ni me hago daño al caer. Y eso que son tres metros...
-¡Ten MUCHO cuidado! ¡que nadie te vea!
Pero antes de que te marches...
-Dime... mi amor... ¿un beso antes de partir?

(beso dulce pero apasionado)

(un beso que dura...

...y dura...

...y dura...

...y se le puso dur... digooo que dura el beso...)

-Ozzy... hay algo que tengo que enseñarte...
-¿Alguna otra postura rara? No dará tiempo, ¡está amaneciendo ya!.
-¡No, tonto!
-Uhmmm... ya me imagino qué es... ¿lencería roja importada de Florencia?
-Anoche... mientras lo hacíamos junto a la chimenea... escuché ruidos en el piso de abajo.
-¿QUÉ?
-Tengo el oido muy fino...
-¡¡¿PERO COMO PUEDES ESCUCHAR RUIDOS CON LA DE GRITOS QUE PEGAS?!!

(tortazo

...y luego un beso para sanar la zona dañada...)

-¡De verdad, que escuché ruidos! ¡Alguien entró mi casa! ¿Tú no escuchaste nada?
-En esos momentos... de pasión... desvocada... ¿crees que puedo estar atento a ruiditos en la casa?
-No tendría importancia si no fuera porque en la mesa del salón he encontrado estas dos cartas. Una está dirigida a tí y otra a mí.

(los dos leen y abren las cartas lentamente, entre besos y abrazos, hasta que ella se queda totalmente aterrada al leer la amenaza de muerte
pero él sigue impasible y la besa constantemente)

-Edith... ¿Qué te pasa? cariño... mírame a los ojos...
Es solo una carta de algún cobarde. Ya sabes que tengo muchos enemigos por ser recaudador. Y tú por ser gobernadora de Turín.
Pero soy el mejor espadachín de toda la isla. Mientras yo esté aquí estarás segura.
-En tus brazos me siento totalmente segura... pero no puedo evitar pensar que tendrás que marcharte... cada mañana...
-Uhmmm... me temo que esto puede estar relacionado con lo ocurrido hace dos días.
-¿Qué te pasó?

(beso y abrazo)

-Al bajar por la ventana me encontré por sorpresa, frente a frente, a un encapuchado que me atacó con el florete.
Pero pude abatirlo aunque no quise matarlo. Tan solo le dejé una buen señal en la pierna. Él se marchó cojeando y yo tuve que salir también por piernas para que nadie me viera. No quiero arriesgar tu vida política descubriéndo que estamos... en fin.
-¡Podía haberte matado amor mío!
-No podía, pero era condenadamente bueno. La verdad, no era un ladronzuelo cualquiera.
Al principio pensé que me esperaba pero dudo que nadie sepa que paso las noches contigo así que...
-Me esperaba a mí...
-Eso temo...
-Ozzy... tengo miedo... abrázame fuerte...

Y con las claras del día el Recaudador, cuya roja sangre no podía mezclarse jamás con la sangre azul de Edith, tuvo que salir a escondidas pero con el objetivo claro de buscar al culpable de las amenazas.
Al amanecer Edith marchó a palacio a cumplir sus funciones.

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:11
En los pasillos de palacio.
[ Antes del amanecer del martes ]

Bita se dirige a su alcoba para descansar después de un duro día de trabajo y papeleo. Por el camino, escucha voces provenientes de la sala de mapas.
Camina hasta allí y descubre la puerta abierta. Dentro, apoyado sobre el escritorio del Arquitecto, el hermano del emperador y a su vez consejero de la Reina Matilda balbucea algunas palabras incomprensibles.

-¿Que... hago aquí? ¿Porqué tengo que venir aquí? No recuerdo nada... Pero debo esperar aquí...

Bita se asoma a la puerta y, cansada y deseosa de acostarse cuanto antes, le dirige algunas palabras

-Jcdenton, deberías acostarte ya. Has trabajado demasiado y me temo que abusaste demasiado del vino en la cena...

-Sí... sí... No cierres la... puerta... Estoy mareadoo... Sí...

Y bita se marchó a descansar. Sería la última vez que alguien viera con vida al diplomático.

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:11
En algún oscuro laboratorio de Turín
[ Amaneciendo el Jueves ]

Templaria, nerviosa y agitada como si estuviera poseiada no dejaba de revolver frascos y pociones.
Al aparecer Euges en el portal de la mazmorra la joven alquimista casi deja caer los frascos que tenía en las manos.
Euges está ojeroso y notáblemente cansado. Casi ha amanecido.

Los dos se abrazan y se besan.

-Esto es para tí, pequeña. Una carta.
-¿La has escrito tú?
-No. Y temo que no sean bueans noticias. Yo tengo otra en la que... bueno...

Templaria la lee al mismo tiempo que Euges.
Los dos se lanzan miradas mutuamente. Ella se muerde el labio. Él se sienta en una silla para descansar un poco.
Ella se sube en su regazo y lo abraza.

-Dicen lo mismo. Nos dan una semana de vida.
-La vida solo es un paso más en la eternidad del amor. ¿Acaso crees que puedo tener miedo a la muerte teniéndote a mi lado?
-Pero Templaria, tengo miedo de que te hagan daño.
-Teme más por el daño que puedan hacer a otros. Alguien entró hace dos días en el laboratorio de mi difunto abuelo.
-¿Y?
-Ha robado una bolsa con monedas de una extraña aleación de bronce y hierro, bañadas en oro. Están muy bien acuñadas.
-Vaya afición que tenía tu abuelo...
-Bueno, como todos los alquimistas, quería hacerse rico. La falsificación es bastante buena. Serán unos sesenta o setenta doblones de oro.
Y ha robado además una poción.
-¿De qué?
-Euges, no lo se. No puedo recordarlo, puede que fuera de Levitación, de Curación, de Sugestión, de Transmutación o un veneno o qué se yo.
-Tenemos a alguien dispuesto a amenazar a bastante gente. Y a un loco que puede estar dándose la buena vida o vete a saber qué hará con la poción que tampoco sabemos qué hace...

-Tenemos que hacer algo.
-Mi pequeña Templi, sabes que cuentas conmigo. ¿Hay algo en el laboratorio que se pueda usar?
-No, nada tiene etiqueta. Es muy peligroso tomarse alguna de estas pociones sin saber lo que hacen.
-Bueno, pero tenemos nuestra inteligencia, nuestro coraje y quizás nos pueda ayudar algún amigo.

Marchémonos. Amanece y hay que descubrir a un asesino.

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 01:12
En la corte
[ Mediodía del jueves ]

La Reina Matilda prueba un poco del vino y lo escupe en la servilleta, pero con la elegancia y la dote que se esperan de una noble de alta cuna.

-¿Pero que vino es este? ¡Sabe mal! ¡Parece mas vinagre que vino!
-Mi lady... fue un regalo de alguien de vuestra corte.
-¿Quién?
-Ya no lo recuerdo... solo se que me pidió que os lo ofreciera...
-¿Que no recuerdas quien te dió el vino? Bueno, dejémonos de tonterías. Llamad a la gobernadora Edith y a mi consejera personal Bita.

Las dos aparecen mas tarde o mas temprano. Ambas no pueden evitar mostrar preocupación en su rostro pues ambas han recibido una carta de amenaza.

-Mi dama.
-Edith...
-Mi dama
-Bita...
-Mi dama...
-Héctor, la nueva Condotiero.
-¿Qué ha pasado Bita?
-Mi reina. Según parece, jcdenton ha sido asesinado, pero aún no hemos encontrado su cuerpo.

Matilda mira a Héctor y ésta da un paso al frente y se arrodilla:
-Mi reina. Ha habido varias amenazas de muerte a ciudadanos importantes de Turín.
Jcdenton debió de partir esta mañana hacia Florencia para reunirse con sus primos, los Medicci, pero no llegó a partir. Tampoco sabemos qué ha pasado con los dos guardias que debían de protegerle. No ha aparecido ningún cuerpo.
Matilda mira a bita:
-Mi consejo, mi dama, es que no dejeis partir a ningún barco de la isla. El emperador no consentiría que el crimen de su hermano pequeño quedara impune. Ésto no es solo un crimen, ¡es una crisis diplomática en toda regla!.
Matilda mira a Edith:
-Se mantendrá la calma en la ciudad. Resolveremos el misterio, mi reina.

[Comienza la historia colaborativa]

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
23-February-2006 22:01
En palacio
[tarde del jueves]

JcMasMas cruzó en silencio el pasillo, tan recargado de adornos, tapices y cuadros. Y abrió la primera puerta que se encontró a su derecha. Era el dormitorio de alguna noble doncella de palacio.

La criada se encontraba sentada en una silla en una esquina de la habitación. Cosía distraida en un pequeño tapiz circular.

Parecía totalmente absorta en su tarea hasta que de repente alzó la vista y descubrió que la puerta de la habitación estaba abierta de par en par.

JcMasMas sintió un vuelco en el corazón al ser descubierto infraganti pero recordó las últimas palabras que le dijera su maestro y se relajó.
Soltó el pomo y dió un par de pasos al frente entrando en la habitación hasta pegarse a la pared como una lapa a la roca. La mujer sorprendentemente no pareció verle pero se acercó a la puerta y farfulló algo en algún idioma del norte que sonaba a:

-Maldita puerta. Se abre sola. Los goznes deben estar sueltos.

JcMasMas suspiró aliviado: no había sido descubierto. Uff... Se separó de la pared e incho los pulmones cruzando las manos.

Se dijo a sí mismo:
-...Tranquilo... no te ha visto... relájate...

Y cuando ya creía dominada la situación la criada le sorprendió diciendo en voz alta:

-¡Mi señora! ¡Iré a recoger vuestra ropa! Os dejaré las toallas sobre la silla de coser.

Y cerró la puerta desde fuera. ¡Con llave!.

El terror se apoderó del mago. JcMasMas se acercó a la puerta, agarró el pomo con fuerza pero no consiguió abrirla.
¡Estaba encerrado en alguna alcoba de palacio!

Tranquilo, se dijo, "el conjuro de invisibilidad aún me protege". Pero una imagen reflejada en el gran espejo de la habitación le sacó de su error. Se vió a sí mismo con claridad. Las palabras de su maestro volvieron de su recuerdo:

"Serás invisible durante algunas horas pero... ¡Cuidado! Un espejo reflejará tu imagen..."

Y allí tenía su imagen en ese gigantesco espejo de alguna noble coqueta del palacio, descubriéndole.

"Aunque solo has conseguido dominar el conjuro de levitación y de invisibilidad te envío al palacio.
Debes encontrar al asesino antes de que vuelva a matar." eran las palabras de su maestro... su misión.

Sintió otro vuelco en el corazón a ver a la dama mas hermosa que jamás haya visto... abriendo la puerta del cuarto de baño... y entrando en la habitación... ¡TOTALMENTE DESNUDA!...

JcMasMas estaba totalmente petrificado y perplejo. ¡Estaba totalmente desnuda y empapada! Y caminaba con una gracia sobre la moqueta...

La gotas de agua se deslizaban sobre su piel juguetonas... como los pensamientos del mago.

La mujer se acercó hasta casi sentir su aliento en la cara. No le había visto. Y cuando se inclinó para coger las toallas de la silla percibió en el espejo la imagen del joven mago ataviado con su túnica. ¡Pero solo podía ver la imagen reflejada en el espejo!.

Se puso recta y se quedó de piedra: allí, justo a su lado, un hombre la miraba con los ojos abiertos como platos...

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
24-February-2006 00:08
Al salir por la ventana de la alcoba de Edith
[jueves por la mañana]

Como todas las mañanas, Ozzy, nada mas caer al suelo, se ajusta sus ropas, por supuesto no sin antes inspeccionar los alrededores en busca de ese maldito asesino q desvela los sueños de su amada, (no seria la primera vez q por culpa de ser un presumido se ha perdido la vida...), abandona los jardines de la casa de la gobernadora envuelto en su capa negra con filigranas de plata, pero hoy, en vez de empezar su trabajo temprano como de costumbre, decide apostarse en las cercanías de la casa de Edith, para asegurarse de q su amada llega sana y salva a palacio y ya habrá tiempo de recaudar para su graciosa majestad...
la cual, por cierto, tiene una hermosa sonrisa en verdad, pardiez!!...

(se dibuja en su cara una fina linea recordando viejos tiempos...)

Dada su gran experiencia detrás de morosos sin escrúpulos, le es fácil ocultarse en las sombras y seguir a la linda gobernadora hasta su entrada a palacio....

Después de tomar el quinto a la Iglesia, (la parte q mas le gusta hacer, por cierto), se dirige al centro cívico y a la casa de cambio, lugar en el q por desgracia no lo miran muy bien q se diga...

Estos dichosos mercaderes, siempre mirando por lo suyo sin pensar en los demás, -va diciendo mientras se dirije con lo recaudado a palacio-, solo quieren oro, oro y mas oro, si por ellos fuesen venderían a su hija al mejor postor, aunque ¿quién dice q no lo hagan ya?... en fin...

Ojo a vizor, maese Ozzy, no se te puede escapar ese bellaco, si le toca un solo pelo a Edith, no habrá justicia divina q lo salve...

Y llega a palacio al medio día...

A su entrada a Palacio, el revuelo y el caos son los amos y señores del edificio. Su estupefacción se trueca en un mal augurio.

¿Habrá llegado aquí ese desgraciado?, dice mientras corre hacia la sala del trono, preguntando a quién se encuentra por el camino que es lo q ha ocurrido, si han visto a la gobernadora, casi estampa contra la pared a un pobre paje en busca de respuestas, éste le devuelve una mirada de asombro y perplejidad a la vez q farfulla algo de un asesinato y del diplomatico...

Le pide disculpas y suelta al pobre muchacho y se dirije raudo y veloz a la sala de audiencias de la Reina...
Las puertas están cerradas, fuera, dos fornidos guardias discuten con otra pareja sobre algo q no llega hasta los oídos de Ozzy, pero la conversación cesa en cuanto lo ven aparecer, se ponen tensos y al segundo se relajan viendo aparecer al tan conocido Recaudador, y tan odiado y amado al mismo tiempo...
Le saludan marcialmente, y le indican que la Reina le permite pasar, él devuelve el saludo algo distraido y sonríe a uno de ellos en especial, un joven alumno de la Universidad, donde además de cultivar el espíritu, el Recaudador imparte clases de esgrima a los jóvenes nobles y soldados de la ciudad, (cobrando a algunos y no a otros)...

Las puertas se abren de par en par, (eso siempre le gustó), y entra en la sala de Audiencias de su Graciosa Majestad, Ésta se encuentra en su trono de marmol, color marfil, radiante, como siempre, a sus pies, Bita su fiel consejera, la cual dedica mas tiempo a su señora q a ella misma, alguien digna de todo respeto y la tercera persona, su...
Amada Gobernadora, el corazón le late con fuerza y bravura, como siempre q la ve, y al verla sana y salva, lanza un suspiro de alivio, por supuesto tb se alegra de q las otras dos mujeres para las q trabaja se encuentren sanas y salvas pero con Edith, ay!, con Edith, es diferente y siempre lo será...

Tan absorto estaba en su dama, q casi no se percata de una cuarta figura arrodillada a los pies de la Reina, Hector, la nueva Condotiero de la ciudad, bueno, piensa él, en mejor compañia no se puede estar, lástima q los acontecimientos no la merezcan...

Adelante mi buen Ozzy, pasar por favor, estamos tratando temas muy importantes... dice la Reina, (no importa lo q pase, ya puede estar la isla bajo una tempestad q parezca q la va a borrar de la faz del océano, q mi reina no pierde la calma, piensa él).
Imagino que ya habréis averiguado que tenemos a un asesino en la ciudad y que ya se ha cobrado su primera víctima, por desgracia para nosotros ésta ha sido el diplomatico JcDenton.

Me teníais buscando una solución con mis leales subditos hasta q habeis llegado, asi q ya q estais aqui y aprovechando la ocasión quiero vuestra colaboración para atrapar a esa maldita mosca q se ha atrevido a probar las mieles de mi isla, sin pedir permiso y encima, tomandose mas libertades de las permitidas, ¿¿¿he hablado claro???

Si mi señora, dicen Bita, Edith y Hector...
Mas clara no podríais ser mi Reina, como siempre, se hará como ordeneis. Utilizaré todos los medios a mi alcanze para dar con ese bastardo...

Tu claridad siempre me ha gustado maese Ozzy, dice la Reina, siempre y cuando no repercuta en el buen nombre de nuestra amada isla y en el bien de mis subditos, haced lo q tengais q hacer, confio en todos vosotros para solucionar esto lo antes posible... No obstante, Ozzy, conservareis los derechos y privilegios como Recaudador inclusive requisar temporalmente las ganancias de cualquier tratado comercial así como requisar bienes inmuebles de plebeyos que sean sospechosos.

La reina sonríe y en un elegante giro de cabeza cambia de lado la larga melena para mirar a la Condotiero.

Toda la guardia y la protección del palacio está a cargo exclusivamente de la Condotiero Hector y de la Gobernadora Edith en primera instancia.

Bita, necesito una explicación a lo sucedido. Confío en que vuestra sabiduría y buen hacer diplomático aporte luz a las misteriosas sombras que nos envuelven...

Y ahora, maese Ozzy, por favor, me gustaria discutir unos asuntos con ellas...

-Por supuesto Su majestad, estaré cerca por si me necesitais...

Y haciendo una reverencia a la Reina, y despidiendose de Bita, Hector y con algo mas de tiempo, solo el justo para ver el rubor en sus mejillas, de Edith, se retiró de la estancia...





Editado 1 vez/veces. Última edición el 24/02/2006 00:24 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
01-March-2006 14:50
La abadía en construcción
[Jueves por la noche]

El Padre Catán entra la Abadía por una pequeña portezuela construida en los grandes portones de madera de roble como un ratón por una gatera de tamaño humano en la casa de un gigante.

La sala, como es habitual a estas horas, está totalmente desierta. Aún no hay adornos, ni cuadros ni reliquias, tan solo andamios, moldes para argamasa y yeso y herramientas de albañilería.
El único elemento religioso en la gran sala procede de una gigantesca cruz colgada al fondo, sobre el altar en construcción y la sacristía de piedra en la pared izquierda. Al menos hay techo aunque aún no está adornado como a Dios le gustaría.

El Padre Catán suspira al contemplar el interior. Cuando ha comprobado que ya no quedan albañiles, hace como todas las noches: se arrodilla sobre un frío peldaño de marmol que hace poco pusieron en el pasillo central. Sus rodillas casi se han acostumbrado al ligero dolor que le provoca la postura.
Y comienza sus rezos...

"Padre nuestro..."
"que estás en los cielos..."

(se escucha un ruido acerado, como si afilaran una daga)

"bendito sea tu nombre..."

La cabeza de Catán gira noventa grados en dirección a la sacristía.

"benditos sea..."

-Y benditos sean aquellos que ya no están entre nosotros...
Porque no sufrirán las penurias de este mundo...
...y benditos aquellos que libran del sufrimiento a los tullidos, de la tentación a los pecadores...-Dice una voz desde la sacristía.

Y la voz se eleva:

-Y ahora, padre, entrad en la sacristía. Es hora de que confiese sus pecados...
...y no se moleste en pedir auxilio. Nadie hay que pueda oírle gritar.
Aunque yo me divertiré mucho si se niega a colaborar: me encantan los chillidos de desesperación que dan los hombres al ser despedazados.
Me recuerda a cuando de niño asistía a las matanzas de animales que preparaban los siervos... era un momento mágico porque a pesar de las imágenes sangrientas y de los chillidos de los animales, sobre todo de los cerdos, no se podía dejar de pensar en el festín de carne que habría a continuación. También era muy divertido ver correr a un pollo descabezado por el patio. Qué buenos recuerdos...
Entrad ya, no tengo toda la noche.

El Padre Catán, totalmente aterrorizado entra en ese cuarto oscuro y frío que es la sacristía y se arrodilla. Entre las adornadas rendijas con forma de cruces griegas que separan las dos cabinas puede distinguir una siniestra figura envuelta en telas oscuras pero no su cara. Distingue también unos brillantes ojos... de asesino.

-Padre. Seré directo: voy a mataros si no cumplís mis órdenes. Y si las cumplís... puede que os salveis, o la menos salvareis otras vidas.
-No... no os tengo... miedo... seáis quien seáis...-le cuesta pronunciar las palabras.
-Eso es porque no me conocéis bien, padre.-y una carcajada resuena a través de la madera.
-Habeis amenazado a demasiada gente. Matar no es fácil, os temblará el pulso. El infierno será vuestro eterno tormento.
-Veréis, os voy a contar una vieja historia que sucediera siendo yo muy joven

«Fui hijo bastardo de un noble que gobernaba en una ciudad del este. Mi niñez transcurrió en palacio.
Fue una infancia muy hermosa, tenía todo lo que quería. Claro que todos sabían de quien era hijo, era un protegido bastardo. Y por eso me toleraban con oído y repudia. Con el tiempo descubrí el mundo de conspiraciones de palacio.

Una hermosa mujer formaba parte del mayor complot secreto para acabar con el gobernador... pero la descubrí y... en fin... chantajeándola me aproveché de ella: disfruté de su cuerpo siempre que quise... y cuando me cansé de ella la obligué a confesar ante la nobleza a los que formaban parte del complot.
Ella descubrió que yo también había formado parte del complot desde las sombras y que la había utilizado para eliminar a futuros competidores en la lucha por el trono: a mis amigos y camaradas.
Escribí una confesión supuestamente firmada por ella en la que se declaraba "culpable arrepentida" y simulé su suicidio dejándola morir en la bañera después de cortarle las venas.
Hasta entonces, pudo haberme delatado. Yo hubiera sido ejecutado en el acto y ella estaría totalmente a salvo de mis amenazas y mis abusos.

Pero supongo que salvar la vida de su hijo es lo mínimo que puede hacer una madre.»

Al Padre Catán se le heló la sangre.

-¡Basta de historias Padre! Haréis lo que digo a continuación o cumpliré mis amenazas una a una y nadie podrá impedírmelo.

El Clérigo no podía apartar la mirada de los ojos del asesino.

-Quiero que cojáis una bolsa que he dejado bajo el altar. Encontrareis en ella el anillo del diplomático, la daga ensangrentada y una carta.
Os la arreglareis para dejar el anillo en casa de la gobernadora.
La daga la depositareis en el fondo del arcón del arquitecto.
Y la carta la entregareis a la diplomática.
Eso es todo. Hacedlo sin contarle a nadie nuestra conversación y salvareis muchas vidas pues perdonaré a otros a los que pensaba enviar al infierno.

Catán suspiró profundamente. Todo sucedió muy de repente. Se escuchó un ruido sordo, como de piedra rozando contra la piedra. Los ojos del asesino se ocultaron con una capucha y se escucharon pasos rápidos y su eco cada vez mas lejanos.
Cuando Catán quiso reaccionar el asesino ya no estaba al otro de la reja de madera.

Salió acelerado de la sacristía para comprobar atónito que el asesino no había salido por la puerta de la Abadía. No le habría dado tiempo a cruzar toda la sala y al abrir el padre Catán la puerta de la otra cabina de la sacristía comprobó que no se encontraba allí.

Había una bolsa de cuero oculta bajo el altar de piedra.

¿Cómo había escapado el asesino?

Y una pregunta mas importante aún: ¿Qué hacer ahora?





Editado 1 vez/veces. Última edición el 12/05/2006 13:42 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
03-March-2006 15:02
Una triste y sucia habitación de la taberna del Mercado
[Viernes antes de amanecer]

El Padre Catán deposita la bolsa sobre el camastro y se sienta en la silla junto a una vieja mesa de madera medio podrida.

Enciende una vela y abre la bolsa de cuero depositando su contenido sobre el escritorio.
Saca la daga, de hoja sucia y ensangrentada.

Catán la mira absorto. Solo es un trozo de metal afilado, se dice. Está totalmente manchada de sangre reseca.

"Un trozo de metal es lo único que se necesita para enviar al infierno a unos y condenar otros..."

Busca el anillo metiendo la mano en la bolsa y siente un escalofrío al notar algo que definitivamente NO es el anillo. Lo saca lentamente... y le entran ganas de vomitar cuando sus sospechas se confirman: es un dedo humano cortado... con un anillo real, el sello de la casa de Turín.

La carne está ya pudriéndose pero no ve gusanos saliendo de ella... uff... qué alivio. Solo es un dedo, inanimado. Anular, supone. Saca el anillo con dificultad y tira el dedo bajo la cama con gran asco.

Extrae la carta, en un sobre sencillo. No puede contener su curiosidad y la abre con cuidado. La despliega sobre la mesa bien apartada del anillo y la daga y comienza su lectura:

«Mi querida Bita.
Temo por vuestra vida, más incluso que por la mía.
Por ello, y aunque sé que no soportaré mucho tiempo vuestra ausencia, os he preparado una vía de escape:

Buscad mañana al amanecer al Capitán Munitis de la Iberian. Él os llevará en su barco a un lugar seguro.
No querrá zarpar, aunque tratéis de sobornarlo. Pero su corazón es noble y puro: si le decís que tenéis que llegar a Sicilia para salvar la vida de vuestra hermana gravemente enferma que necesita unas medicinas que no podrá conseguir allí lograreis convencerlo.

Me reuniré con vos cuando todo esto termine.»

-¿La Diplomática fue amenazada por el asesino? ¿Quién diablos escribió esta carta?
¿El asesino teme por la vida de Bita? ¿O es la mano que está detrás de todo esto la que quiere salvar la vida de Bita?
Aunque también puede ser una trampa... pero qué extraña trampa: está ayudándola a escapar.

-No deberías pensar en voz alta.

-¡¡¡Euges!!!

-El mismo que viste y calza.
Padre Catán, ¿porqué alguien como vos quería hablar conmigo a estas horas tan intempestivas?

-¡¿Pero cómo diablos habéis entrado?! ¿Por una ratonera?

-Ahm, por la puerta. Estabais muy absorto leyendo.

-Euges, teneis que entregar ciertos ob...

-¿Otra vez? Empiezan a cansarme estos jueguecitos...

Catán frunce el ceño extrañado.

-Padre Catán, decídme... ya os contaré algún día el porqué...

-Tenéis que esconder este anillo en la casa de la Gobernadora. Y ocultar esta daga en el arcón del Arquitecto.

Euges da un paso atrás y saca una pequeña daga oculta del cinto totalmente sorprendido.

-¡No puedo creerlo! ¡¿Sois vos?! ¡Maldito bastardo! ¿¡Vos sois el asesino!?

-¡No, por Dios! No puedo contaros como he conseguido estos objetos. Confiad en mí, salvaremos vidas si me ayudáis.

-Estaría incriminando a la gobernadora... y al arquitecto.
Pero me pagareis... supongo.

-...

-Bueno, os lo apuntaré en una cuenta personal. Ya me lo cobraré del generoso cepillo cuando seáis Abad.

-Cumplid vuestra tarea antes del amanecer.

-¿Y esa carta?

-No es algo que te incumba. No puedo contaros nada.

[Mas tarde, en la casa de Whispy]

-Sabe algo. Tenía una daga ensangrentada y el anillo. ¿Si no fue él quien sería?

-Euges, resulta sorprendente que el Padre Catán fuera amante de Bita. Pero ya me contó Lesarath que hay un clérigo en Turín loco por una mujer de palacio.

-¿Y si fuera él asesino? ¿O el que lo envía? Quizás le paga con dinero robado.

-Cuando hablamos, el asesino no se descubrió en ningún momento.

-¿Catán y el asesino están aliados?

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
03-March-2006 15:20
En palacio, dependencias de Bita
[tarde del jueves]

El reflejo de un hombre en el espejo la observaba con los ojos abiertos como platos.

Aunque ella no tardó en reaccionar a él no le faltó tiempo para fijarse en detalles íntimos.
Él abrió la boca inconscientemente y se quedó en el sitio petrificado.

Ella alcanzó con la mano el brazo de JcMasMas y se sorprendió al tocarlo.

-Qué extraño... noto su tacto...
¿Sois... invisible!

JcMasMas sabía que la puerta estaba cerrada, no tenía escapatoria. Ya podía hacerse a la idea de lo que ocurriría: ella gritaría, la guardia aparecería en pocos minutos y él... en fin... no acabaría bien.

-Veamos... si este es vuestro brazo... y aquí está vuestro hombro...

La Diplomática palpaba el aire mientras observaba el reflejo del mago.

-Entonces aquí vuestro cuello y aquí está vuestra...

¡¡¡ZZZZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!

La torta en la cara que recibió el joven aprendiz le hizo caer de espaldas y dar una vuelta y media en el aire antes de impactar contra la alfombra.

-¡Y suerte tenéis de que no quisiera daros en vuestras... nobles partes!.
O mas bien innobles, dada "su abultada situación actual".

JcMasMas se miró y volvió a ruborizarse mas de lo que jamás pensaba que podría.
Quería decir algunas palabras de disculpa pero el dolor le había dejado medio atontado.

-¡Daos la vuelta inmediatamente mientras me visto!

Y el tiempo que tardó Bita en elegir un vestido, a pesar de las circunstancias, le pareció eterno al aprendiz de mago. Cuando Bita le dijo que ya podía volverse no se atrevía a mirarla fíjamente, así que evitaba su mirada y se preguntaba como podría explicar su situación.

-Ya tardáis en explicar qué es lo que está pasando. O avisaré a la guardia y acabareis preso.

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
03-March-2006 16:24
En la Corte
[Mediodía del viernes]

-¿A qué se debe esta visita Abad?

A la reina no le gustaban las apariciones del Abad en el palacio pero se mostraba siempre cortés y respetuosa con todos sus súbditos.

-Mi Reina, he pedido a gran parte de la corte que esté presente en este juicio...

-¿Juicio?

-Vos seréis juez. Considero el caso de gran importancia al tratarse del asesinato del hermano del Emperador.

-¿Asesinato? Según me consta no se ha confirmado que hubiera tal asesinato.

Todos los presentes observaban con atención al Abad Rafa: la Gobernadora Edith, la Condotiero Hector, el Recaudador Ozzy, la Alquimista Templaria, el Arquitecto Achiles, varios pajes, guardias, el Padre Catán y otros clérigos de la iglesia que acompañaban al Abad.

Dos ausencias destacaban sobre las demás: Bita no se hallaba presente y no había dado explicaciones de porqué no podría asistir cuando fue llamada a primera hora de la mañana. Tampoco el anterior condotiero se hallaba presente, pero había pedido como favor personal que no se le molestara.

-El cadáver se encontrará, aunque los conspiradores se han tomado muchas molestias en ocultarlo.

-Explicáos Abad. Vuestra Reina os ruega que no os andéis por las ramas y deis nombres. Pero no olvidéis que es delito acusar en vano.

Ozzy alzó la voz entre la multitud:
-El honor de un hombre inocente ofendido merece como pago la muerte del ofensor.

La Reina sonrió levemente y dirigió su atención hacia el Recaudador:
-Yo seré quien juzgue el castigo sea cual fuere la pena. Continuad Abad.

-¡He descubierto un complot contra vos, mi Reina!
¡Desean que el Emperador inicie una guerra contra vuestro reino como venganza!

-Nadie va a comenzar ninguna guerra sin mi permiso.

-¡Mi Reina! Vuestros leales siervos están implicados.

Y el Abad lanzó una mirada traicionera a aquellos mas cercanos al trono.

-¿Cómo osáis... Abad?

-Os lo contaré con todo detalle y aportaré las pruebas:

«Aquella noche vuestra diplomática sedujo al hermano del Emperador y quedó con él en la sala de mapas. Allí le esperaba el Arquitecto que, a traición y a puñaladas acabó con su vida para arrojar el cuerpo por la ventana. En el patio del palacio esperaban el Recaudador y el Padre Catán para ocultar el cadáver.

Lamento decir que no solo os han traicionado a vos, sino también a mí. El Padre Catán ha sido mi mano derecha hasta ahora.

Continúo.
El cadáver fue llevado a caballo y oculto con mantas hasta el puerto donde se ocultaría en grandes cajas que el Iberian cargaba en su bodega. Por supuesto, el Capitán de la Iberian está implicado en el complot.

Utilizando la confianza que su cargo da y su destreza por todos conocida con el acero el Recaudador acabó con la vida de los dos guardaespaldas de jcdenton cuando estos fueron al puerto creyendo que su señor había partido a toda prisa sin esperarlos.

Si registráis la Iberian seguramente encontrareis los cadáveres de los dos guardias y del diplomático a no ser que los tiraran al fondo del mar.

Os preguntareis porqué estoy tan seguro de que el Recaudador está implicado:

Tengo testigos de que no pasó la noche de los hechos en su casa. Tampoco en la taberna. ¿Dónde estaría sino cometiendo el crimen que os he relatado a altas horas de la noche?»

-¿Bita implicada? ¿Y Ozzy? Perdonádme Abad pero a vuestra Reina le cuesta de creer tal conspiración.

-Ni yo mismo lo creería pero esta mañana me han llegado noticias de que la Iberian quería zarpar a estas horas y que la diplomática se halla en la nave. Seguramente querían huir.

-Sus razones tendría para subir a la Iberian.

-¡Ordenad que registren el barco! Y que se investigue a los culpables.
¡Y si estoy en lo cierto que los ejecuten por asesinato!

Héctor miró a la Reina en espera de la confirmación para dar las órdenes pertinentes.
La Reina permanecía inmutable.

-Aún no se ha confirmado que sea un asesinato. ¿Qué habéis podido deducir, Templaria?

-La sangre de la mesa era humana, mi Reina.

El Abad sonrió burlonamente.

-¿Qué haréis entonces Reina Matilda?
He enviado palomas mensajeras a la corte del Emperador informando del asesinato de su hermano.
¡Debió ser informado nada mas saberse los hechos!
Ahora conocerá quienes son los culpables y...

La puerta se abrió de par en par de un golpe.

-¡¿QUÉ SUCEDE AQUÍ?!

Todos se inclinaron excepto la Reina. Una multitud entró por los portones y tomaron posiciones: rodeaban y protegían a un hombre regio, de constitución fuerte y mirada altiva.

La llegada del Rey Ulin, ausente durante semanas, pilló a todos por sorpresa.





Editado 1 vez/veces. Última edición el 03/03/2006 16:49 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
20-March-2006 00:38
En la casa de Lesarath
[Noche del viernes]

Un desconocido habla con la bruja.

-Mujer, juegas con cartas marcadas a un juego muy peligroso.
Tarde o temprano alguien descubrirá tus trampas.
-Estás muy equivocado, tan solo juego las cartas que me han tocado jugar.
-¿Él no se ha dado cuenta aún?
-No lo creo. Vino a mí enmascarando de ambición su lujuria.
Qué irónia ¿verdad? El abad casto y puro... loco hasta la desesperación por la gobernadora gracias a uno de mis embrujos. Y viene a mí a buscar ayuda para conseguir lo mismo de ella.

(risas del desconocido)

-Mujer, sin duda eres lista, no lo niego. Le buscarás la ruina al Abad.
-Solo he alterado sentimientos enterrados en el corazón de las personas.
Si Rafa no deseara en realidad a la gobernadora el embrujo no habría funcionado.
-¿Y Edith? ¿Quedará también embrujada y loca... por el abad?
-No, en absoluto. No preparé bien el conjuro sobre el amuleto que tiene el Abad.
A posta, claro.
-¿Y qué harás cuando el Abad venga a reclamarte que le has engañado?
-No lo hará. Tengo un naipe bajo la manga...

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
20-March-2006 00:43
En alguna habitación de palacio
[Noche del viernes]

El Hechicero arrojó sobre la tela del lienzo el polvo plateado mientras pronunciaba las palabras arcanas y miraba fíjamente a los ojos de la mujer retratada. Concentración.
Su voluntad se iba imponiendo a la realidad a cada segundo, alterándola como un niño que juega moldeando barro. El sudor cae por su frente, sus mejillas, el cuello. La realidad debe ser tan voluble como un líquido. Contenida en un vaso de agua. Debe ser capaz de romper ese contenedor y expandirla. Verterla en una forma que él mismo desee. Concentración absoluta. Imperfecciones apenas perceptibles para el ojo humano podrían hacer fracasar el hechizo. Miedo. Repite las palabras. ¡Repítelas con fuerza!. En algún lugar de la ciudad una mujer se encuentra indefensa y ajena al poder del Hechicero. Repite las palabras sin parar. ¿No funciona?. Algo va mal. ¿Es la pronunciación del sortilegio?. ¿Es por el cuadro?. Despeja la mente de dudas. Concentración absoluta. Repite otra vez las palabras y mírala fíjamente a los ojos.

La ventana de la habitación permanece abierta. Algunas pequeñas nubes que cubren el cielo se apartan poco a poco ayer hasta que una silueta plateada como una moneda lanzada al aire se hace un hueco entre las nubes. Una tenue luna casi invisible ilumina el rostro de la joven del cuadro y de repente... su expresión cambia: sus ojos se abren y se dilatan las pupilas. El cuadro parecer cobrar vida.

Inuki sonríe, el conjuro ha sido un éxito.
Ha llegado el momento de dar las órdenes oportunas a su títere antes de que los rayos de sol anulen su poder.

Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
20-March-2006 00:56
En el puerto
[Noche del viernes]

Whispy observa el paisaje que le rodea. Da algunas pinceladas y medita durante un instante.
Es todo un reto no quedar extasiado por el atardecer en el puerto de Turín:

El sol cae en el horizonte y arde con un tono anaranjado que lo impregna todo, como un bote de acuarela derramado sobre la tela.
Por unos momentos, el Ícaro artista puede alzar el vuelo de su pincel sin ningún miedo, fijar la mirada en el astro sol y sentir su poder, su ardiente rabia porque termina el imperio celestial que dejará paso a una noche de anarquía plagada de estrellas.

De la gigantesca esfera en llamas ya solo queda su estela: cada pequeña ola lucha con las demás por reflejar con mayor intensidad ese brillo que hace del mar un místico manto plateado, agitado como pañuelo de seda al viento por la Dama de la Noche, despidiendo al brillante astro.

Como cada noche, desde que Adán y Eva llegaran a este mundo para sufrir, cae la ira ardiente de Dios sobre el óceano de lágrimas derramadas que llegan hasta donde alcanza la vista. Y cada sueño, como una pequeña gaviota que salpica el cielo, se convierte en gotas grisáceas en el lienzo del artista, acariciadas por su pincel y rematadas con un hábil giro de muñeca.

Tiene poco tiempo. El hermoso atardecer es una belleza efímera aunque esté condenada a repetirse hasta el fin de los días. La puesta de sol es derrochada como el oro en las manos del borracho. Y así se siente el artista: embriagado totalmente por el espectáculo. Bebe a tragos largos el momento, derrochando la riqueza de luces y colores, saboreándolo en la retina, plasmándolo en su pequeño universo de tela donde él es un Dios y su inspiración el Sol que todo lo ilumina.

Con gran mimo y cuidado, tiñe el blanco impoluto de su mundo con cada pincelada y transforma el viejo rompeolas del puerto en un cementerio formado por una gran columna de rocas muertas en el mar de lágrimas del cuadro.
Piedra a piedra. Trazo a trazo. Tumbas sin nombre castigadas por las olas.
Y como fantasmas que salen de sus tumbas, la niebla.

Dios cierra al fin los ojos a los pecados de los hombres y los cubre de miedo cegándolos a la verdad, a la luz divina.

Oscuridad.

Tan solo la tenue y pagana luz de la luna les hace conservar la esperanza.
Algunos recrean el fuego del infierno en hogueras y antorchas para que el diablo les traiga una imitiación del poder de Dios, un pequeño sol que apagar o avivar a su antojo. Pobres diablos los hombres que se dejan engatusar por La Serpiente.

Poco a poco las estrellas cobran protagonismo en la noche y nos recuerdan a Dioses olvidados, cazadores y míticas bestias en una eterna lucha.

Una voz a la espalda del artista le saca del trance:

-¿De verdad viene aquí con todas sus pinturas, el caballete... y todo por unos minutos de atardecer?

Whispy comprueba que su obra refleja impoluta toda la belleza del momento perdido.
En su mente, la perfección le sonríe en forma de mística musa de ojos negros.

-Sí...

-¿Porqué no se conforma con pintar un anochecer en el puerto? Es muy hermoso y dura algo mas que unos minutos.

-Porque cualquiera podría hacerlo. Prefiero capturar un momento de espléndida belleza aunque sea pasajera.

-Otros artistas confían en su memoria. ¿Cómo dirián...? Confían en la imágen que queda en la retina... y recrean su mejor recuerdo en sus obras. Incluso se inventan tonalidades nuevas que no existen en la naturaleza.

-Yo no soy "otro artista".

Whispy cubre el cuadro con mimo asegurándose de no estropear ni un solo trazo. Respira hondo y se vuelve para reconocer al extraño, que resulta ser mas extraño aún de lo que podría imaginar. No lo ha visto en la vida.

El desconocido, lujosamente vestido, sonríe, se quita el sombrero negro de ala ancha y lo hace girar graciosamente en el aire hasta rozar con la elegante pluma que lo adorna el suelo acompañando el gesto de una leve flexión en las rodillas. Whispy puede apreciar entonces una larga vaina al cinto guardando el acero del caballero, sobresaliendo por detrás de la gruesa capa que bien podría considerarse una armadura de cuero ligera.
Extraño tipo. Elegante pero bien armado.

-Es un placer para mí conoceros al fin, mi señor.

-No os conozco.

-Pero yo sí a vos. Podeis llamarme Dyr.

-¿Queréis algo de mí?

-Así es. He venido desde Florencia. Llegué hace varios días.
Vereis, busco desesperádamente a un artista a la altura de los mas grandes.
Y me han hablado muy bien de vos. Me he tomado muchas molestias para encontraros así que espero que no me defraudeis. Deseo que me retrateis.

-Cualquiera puede ese tipo de obras con mas elegancia que yo.

-Oh, no, no, no. Deseo un cuadro que sea totalmente fiel a mi persona.
Nada de adornos supérfluos o pinceladas cual maquillaje disfrazando arrugas e inflando egos narcisistas.
La mayoría de los artistas me harían un retrato bastante benévolo porque esperan que así quede contento con la obra y les pague gustoso. Pero yo no busco nada de eso. Mas bien una obra que solo alguien como vos podríais hacer.

-¿Como yo?

-Sí, como vos. Sois discípulo de Leonardo. ¿No es así?

-¿Y porqué no habeis buscado a algún otro discípulo de mi maestro? ¿Porqué viajar hasta esta isla tan lejos de la "bota"?

-Sois... el único que queda...

-Vaya... lo lamento.

-Pero no puedo perder mucho tiempo en la isla. Así que deberéis daros prisa en la obra y dedicarme todo el tiempo del que dispongais.

-Si quereis una gran obra... tiempo llevará.

-Se que vuestro maestro tardó tres años en retratar a la Gioconda, pero como comprendereis no dispongo de tanto tiempo. Teneis menos de una semana.

-Se hará lo que se pueda entonces.

-Enviaré a uno de mis sirvientes a buscaros. Comenzareis esta misma noche aunque esté ya empezada. Me despido de vos.





Editado 1 vez/veces. Última edición el 20/03/2006 01:12 por jcdenton.
Re: Historia Colaborativa del Ciudadelas I. Relato.
20-March-2006 01:00
En algún oscuro laboratorio de Turín
[Noche del viernes]

Euges y Templaria hablan.
Templaria deja sus gafas sobre la mesa y cierra un gran libro cubierto de polvo.
Euges curiosea los frascos y cajitas que hay en la inmensa estantería de la pared.
Templaria carraspea suavemente llamando la atención de Euges.

-Ten cuidado, algunas de esas pociones podrían ser veneno o arder espontáneamente si se te caen sobre la ropa.
-Tranquila, tengo cuidado. Mis dedos son sutiles y cuidadosos.

Templaria sonríe.

-Euges, he estado analizando y repasando el diario de trabajo de mi abuelo.
-¿Y?
-He descifrado la utilidad de algunas fórmulas, de las pociones ya preparadas. Algunas nos podrían ser útiles.
-¿Cuáles?

Templaria se acerca y coge dos frascos de la estantería, comprueba el color y la textura de su contenido, las huele y se los enseña a su amado.

-Una de ellas es un poderoso coagulante que sana cualquier herida de guerra cicatrizándola rápidamente y la otra obliga al afectado a decir la verdad. Incluso tiende a contar grandes secretos personales.
-¿Cuál es cual?
-Ni idea, pero no hay ninguna otra que sea como esas dos pociones.
-¿Entonces qué hacemos?
-Pues... si hicieran falta le daríamos a un amigo herido una poción, si no sana le daríamos la otra.
-¿Y si capturamos al supuesto asesino?
-Darle una, comprobar si miente o calla la verdad y luego darle la otra por si no consiguiéramos el efecto deseado.
-Vaya plan... aunque mas vale eso que nada.
-Es la única opción segura y útil. No me arriesgaría a dar un veneno a un amigo... o un crecepelo.
-¿Y no tienes algún afrodisíaco en la botica...?

(risas)

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