En momentos de la partida, puede ser que convenga a varios jugadores matar, embrujar, hechizar, robar, quitar cartas o dinero o destruir o cambiar distritos de un jugador. Todas estas acciones se facilitan al grado de hacerse imposible fallar si se comparte la información que tiene cada uno a la hora de elegir personaje.
Sin embargo, creo que la intención del juego es que cada quien saque sus conclusiones y planee sus acciones con la información original que tenga, sin compartir. Por eso es tan importante el lugar que ocupas en el turno tanto a nivel de elección de personajes como de juego en sí.
Permitir compartir información quita el elemento de deducción y sorpresa y permite encauzar la partida sin necesidad de hacer gran esfuerzo, lo cual va definitivamente en contra de las características especiales que hacen atractivo e interesante este juego.
De hecho, pienso que compartir información es hacer trampa, salvo que de antemano se haya convenido lo contrario.
Ahora bien, luego del ejercicio del derecho al berreo, coincido con Achiles en la imposibilidad de vedar las comunicaciones al jugar por este medio (cara a cara es evidente que sí se puede evitar). Sólo queda la posibilidad de hacer una lista negra personal y evitar jugar con este tipo de jugadores.
Tampoco estaría de acuerdo en hacer públicas listas negras, pues normalmente te basas en simples presunciones no corroborables para pensar que una persona comparte información con otra; vamos, salvo torpeza evidente.
Abreviando, te acompaño en el dolor y a apechugar.
Suerte...